Barcelona, 3 mar (EFE).- La Generalitat ha exigido a la empresa Ditecsa, propietaria de la planta de tratamiento de residuos de Montornès del Vallès (Barcelona) que se incendió el pasado diciembre y contaminó el río Besòs, un plan para sanear el suelo y las aguas cercanas a sus instalaciones.
Lo ha explicado a los medios el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, tras participar en una reunión organizada por la Agencia Catalana del Agua (ACA) y el Consorcio Besòs-Tordera para analizar los resultados de las campañas de muestreo a raíz del desastre.
Durante el encuentro se ha acordado incrementar el plan de choque que las administraciones pusieron en marcha para revertir los efectos de la catástrofe medioambiental y uno de los primeros pasos ha sido requerir a Ditecsa, cuya investigación a raíz del siniestro corre bajo secreto de sumario.
"Fruto del expediente de responsabilidad medioambiental que abrimos, hemos pedido a la empresa que haga una descontaminación del suelo y de las aguas de su alrededor", ha señalado Calvet quien ha asegurado que la compañía "lo ha recibido favorablemente y ha pedido ya los permisos para realizarlo".
El conseller ha recordado que hasta conocer el resultado de las investigaciones no se podrá determinar el grado de responsabilidad de Ditecsa, por lo que están ahora "a la expectativa" hasta decidir si se personarán como acusación en el caso.
Las administraciones también han decidido hacer nuevas campañas de muestreos, especialmente para examinar las aguas subterráneas y evaluar "con más precisión" qué tipo de actuaciones son necesarias para paliar la contaminación del río y que se sumarán a las que ya tenían previstas.
Se trata de muestreos en pozos todos ellos de uso industrial que no tienen repercusión en la actividad agrícola ni en el suministro de agua potable para la población: "En ningún momento ha estado en riesgo ni la calidad ni la cantidad de agua de boca", ha matizado Calvet.
Por otro lado, el Govern, la ACA y el Consorcio están analizando de qué modo impulsar "una infraestructura verde" que permita "renaturalizar y recuperar la capacidad de acoger más biodiversidad del río en los próximos meses" después de haber constatado una "reducción importante en el número de ejemplares de algunas especies".
Los últimos muestreos llevados a cabo en enero de 2020 han permitido constatar que la contaminación ha desaparecido prácticamente en el río pero que permanecen algunos compuestos volátiles en bajos niveles.
El accidente se produjo el pasado 11 de diciembre, cuando la planta Derpin, gestionada por Ditecsa, se incendió y provocó la polución del Besòs, cuyo lecho quedó contaminado por el vertido tóxico del agua empleada en las tareas de extinción del fuego, con un alto impacto en el ecosistema y la consiguiente muerte de miles de animales. EFE